Saturday, May 12, 2007

Una pausa y ¿ya volvemos?




Sí, sí, entiendo, se han descontinuando estas entregas, muchas cosas me han ocurrido, y claro que podría atropellarme burdamente intentando explicarlas... pero no lo haré claro, tan sólo que, como decía Juan Emar, el gran olvidado (y hastiado) Otra es mi suerte, otros mis designios. He comenzado otra etapa, volviendo a la vieja docencia, reencontrándome con los niños en las aulas, intentando (re)encantarlos con los libros, que tan ajenos les son en esta hora del simulacro, de la órbita de la hiper-irrealidad perpetua (cfr. Baudrillard, en
La transparencia del mal).


Caminando por viejos y nobles pasillos tapizados de hiedras en sus paredes, me detengo, perplejo, como siempre, del devenir que me toca. Otra vez la Poesía, amante infiel por naturaleza quiere que haya comercio entre ambos, pero no será tan profunda mi entrega esta vez. En este país suele irse con cualquier pelafustán que escribe sobre jardinería, no me interesa, prefiero que siga este matrimonio intelectual por conveniencia, mi amor verdadero está en otro lugar, sólo mi esposa, mi hija y la música saben dónde está...


Ya viene más del sonido de las esferas, fantasmal lector de virtualidades... paz y ciencia.


Mientras, busca en tus vinilos o cedés The Unanswered Question de Charles Ives, apaga las luces, abre un cabernet sauvignon y escucha con atención:


Ahí está todo...